jueves, 13 de marzo de 2008
-.Mirando Atrás.-
Hoy como que en unos momentos de ocio (Ya que no me queda otra) recordé estos últimos meses atrás, en donde esperaba definitivamente una felicidad, que por alguna u otra razón nunca llegó. El culpable? Nadie, mas que la vida misma.
Son cosas que pasan... Si estás excelente, algo malo te va a suceder. Nada es por siempre.
Y recordaba... Tantas eran mis ganas de estar bien... Es extraño. Sólo quería poder estar feliz y no me importaba el costo. Si para ser feliz, me tenía que cortar un brazo, lo hubiera hecho sin pensarla dos veces.
La vida y este último tiempo, me enseñó a ser dura, no querer la felicidad a toda costa, si no tener que ver bien la situación. Ser fría y ya no creer tanto en las palabras si no en los actos. Y que si después de un tiempo no pasó nada, no hay vuelta atrás, ni segunda... Menos terceras oportunidades, simplemente no pasó.
Prefiero no sentir felicidad, pero estar estable, que arriesgarme y quedar mal.
Así, la Sara que lo piensa todo... Y que ahora actuará según cómo le convenga. Esto a excepción de la familia y de mis verdaderos amigos, que no se aprovechan, que no hacen daño que solamente me ayudan, porque son como mis pequeños ángeles vivientes que tengo a mis costados. Siempre están ahí y hacen cosas inimaginables por mi ser.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
me gustó..esa sensacion de estabilidad que uno busca, cuando se ha rendido a la busqueda de la felicidad momentanea o eterna se pierde, se busca lo estable lo que haga perder el equilibrio de menor manera, funcionar en piloto automatico para las emciones es una alternativa viable, tentadora, seductora aveces y uno se rinde.
la velocidad crucero por la que se va en la vida es comoda pero a la vez desgastadora. se comienz a aprovechar el minuto que se vive de manera adormecida como exprimiendo el momento que ya fue y que no será de nuevo.
saludos
Publicar un comentario