Escucho la música a través de mis sueños y a través de mi vida.
Escucho y recuerdo miles de millones de acciones pasadas.
¿No te pasa a ti también?
Tan apegados a este arte.
Tan amantes, que podemos llegar incluso a acostarnos con la música.
Sin vida no hay música y sin música no hay vida para nosotros.
¿Por qué nos parecemos tanto pero somos tan distintos?
¿Por que somos dependientes de ella?
Ella, como mi amante, mi maldito amante, que la amo pero que muchas veces me hace llorar, me hace recordar, me marca en algunos casos los peores momentos de mi vida.
¿Por qué me hiciste esto música?
¿Y por qué todo me recuerda a ti?
¿Por qué la pasión se transforma en algo tan vital, pero al mismo tiempo te está cortando el cuello lenta y minuciosamente?
Así son los amores malditos, mas si te recuerdan a otros amores malditos, que de nada sirven recordarlos... Porque nunca sucederá nada.
Te extraño, te quiero, te admiro... Y tú ni lo sospechas.
¿Cuándo pasará algo bueno al respecto?
Tu y yo sólos. Sólo una persona...
Nuestras vidas se separaron, en algún minuto de nuestra vida.
Pero sé que estás mejor así, yo por eso nada hago...
Nada hago más que estar con mi amante la música.
Que me entiende, aunque me quiera matar. Es una muerte satisfactoria, placentera.
Incluso me hace reir, aunque mas me hace llorar.
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